
¿Por qué debemos hacerlo?
Una gestión de los residuos médicos segura trae múltiples beneficios:
Cuidamos la salud pública.
Evitamos la contaminación cruzada entre residuos.
Impedimos la transmisión de agentes patógenos.
Reducimos los daños al medio ambiente (por evitar que se desechen en vertederos o se incineren y emitan sustancias contaminantes).
Promovemos un ámbito laboral seguro para los trabajadores de la salud.
Protegemos la salud de los pacientes y de quienes visitan las instituciones médicas.
Disminuimos el riesgo para los recicladores y recolectores de residuos.